jueves, 30 de octubre de 2008

MEDUSAS


Las medusas (también llamadas aguamalas o aguavivas) son organismos marinos pertenecientes al filo Cnidaria; son pelágicos, de cuerpo gelatinoso, con forma de campana de la que cuelga un manubrio tubular, con la boca en su extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos cargados con células urticantes llamados cnidoblastos. Se caracterizan por su movilidad, variabilidad y su mesoglea gruesa. Las medusas aparecieron hace unos 500 millones de años.[1]
Para desplazarse por el agua se impulsa por contracciones rítmicas de todo su cuerpo; toma agua, que ingresa en su cavidad gastrovascular y la expulsa, usándola como "propulsor".
El concepto de medusa no es taxonómico sino morfológico. Muchos cnidarios tienen una alternancia de generaciones, con pólipos sésiles que se reproducen asexualmente y medusas pelágicas que llevan a cabo la reproducción sexual. Solo los antozoos carecen de forma medusa; las otras tres clases de cnidarios (hidrozoos, escifozoos y cubozoos) poseen forma pólipo y forma medusa; dichas medusas presentan características distintivas en las tres clases, de modo que se puede hablar de hidromedusas, escifomedusas y cubomedusas respectivamente.

Las medusas tienen forma de campana o sombrilla. La zona aboral (el polo opuesto a la boca, véase simetría radial) es convexa y se denomina exumbrela y la zona oral, cóncava, subumbrela. De ésta cuelga el manubrio, en el extremo del cual se abre la boca. Del borde de la exumbrela cuelgan varios tentáculos provistos de numerosos cnidocitos, las células urticantes típicas de los cnidarios.
En las medusas, a diferencia de los pólipos, la mesoglea es típicamente muy gruesa; suele ser gelatinosa, pero puede alcanzar consistencia cartilaginosa en algunas especies.
La cavidad gastrovascular posee un estómago central del que parten bolsas gástricas o diversos canales radiales, que pueden continuarse dentro de los tentáculos; de este modo, los nutrientes pueden distribuirse con mayor facilidad por todo el cuerpo. Su organismo está formado aproximadamente por un 95% de agua.

Reproducción y desarrollo [editar]

Desarrollo de las escifomedusas.
Del huevo se libera una larva llamada plánula pelágica en forma de pera y completamente ciliada que, cuando encuentra un sustrato apropiado, se fija y se transforma en un pólipo asexual; los pólipos producen medusas sexuadas que cierran el ciclo.
En las clases Hydrozoa y Scyphozoa, los pólipos se reproducen asexualmente formando yemas de las cuales surgirán medusas sexuadas, cosa que no ocurre en Cubozoa:
Hydrozoa. Las hidromedusas se forman por gemación a partir de yemas (gonóforos) sobre los pólipos, ya sea a partir de sus paredes o en gonozoides especializados.
Scyphozoa. Las escifomedusas se originan a partir de pequeños pólipos por un proceso llamado estrobilación, en el cual el pólipo (escifistoma) se divide en discos sobrepuestos; estos discos se liberan como larvas pelágicas llamadas éfiras que darán origen a medusas sexuadas.
Cubozoa. En los cubozoos, cada pólipo origina una sola cubomedusa a través de una metamorfosis completa (no hay gemación ni estrobilación).
La mayoría de las medusas tienen los sexos separados (dioicas). Durante la reproducción sexual, las medusas liberan los gametos (óvulos y espermatozoides) en el agua, donde se da la fecundación, o bien los espermatozoides fecundan los óvulos en el interior del cuerpo de la medusa hembra.

Toxicidad de los tentáculos [editar]
Las medusas poseen tentáculos formado por células urticariantes, o nematocistos, que usan para capturar presas y como forma de defensa. Estas células contienen una cápsula con un filamento tóxico (venenoso). Al contacto con una presa, los filamentos se eyectan e inyectan veneno. Los tentáculos de medusas muertas que a veces se encuentran en la playa pueden envenenar por varias semanas.
La toxicidad de la picadura de la medusa varía según la especie. La gran mayoría de las medusas que encuentran los bañistas provocan picaduras dolorosas, pero pasajeras. Sin embargo, se aconseja a los bañistas inmediatamente salir del agua, porque existe la posibilidad de padecer un choque anafiláctico y ahogarse.
Las picaduras de la medusa fisalia, también llamada carabela portuguesa (Physalia physalis) y ortiga de mar (Chyrsaora quinqecirrha) rara vez son mortales. Las picaduras de la medusa avispa de mar (Chironex flecheri, Chiropsalmus quadrigatus) pueden causar la muerte en minutos.

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